Un policía local señala el lugar donde apareció muerta la mujer que desapareció el viernes. FOTO: MARGALIDA FUSTER

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MARGALIDA FUSTER/J.F.M.
La mujer, Catalina Bauzá Soler, de 72 años de edad, fue encontrada a primera hora de la mañana de ayer en la finca de «Son Pentinat», propiedad de su familia. Esta mujer, muy conocida en la localidad de Sant Llorenç, tenía costumbre de salir a pasear cada tarde con su marido, si bien el matrimonio decidió que el viernes, debido al frío, no saldría de casa. Sin embargo, la mujer, sin que se conozcan las causas, se marchó sin avisar a su marido, y fue por la noche cuando el hombre se dio cuenta de que su esposa no se encontraba en casa y avisó a sus hijos. La familia se alarmó, pero no presentó la denuncia de la desaparición hasta el sábado por la mañana en el cuartel de la Guardia Civil de Artà.

Tanto el sábado como ayer domingo se realizaron batidas de búsqueda de esta mujer, en la que participaron familiares, agentes de la Policía Local, Protección Civil y Guardia Civil, que contaron con el apoyo del helicóptero de la Benemérita. Unas 60 personas participaron en la batida. El sábado la búsqueda fracasó. Sin embargo, ayer un vecino de una finca situada junto a «Son Pentinat» encontró el cadáver de la mujer. El cuerpo se encontraba agazapado y nadie se explica cómo esta mujer, que tenía problemas de visión, pudo subir hasta tan arriba de la montaña, ya que es muy complicado llegar hasta el lugar donde apareció. El cadáver no presentaba ninguna señal de violencia. Fue encontrada agazapada junto a una piedra, sobre la que reposaba su cabeza, que debió ser el único lugar que encontró para resguardarse de las bajas temperaturas que se han producido en esta zona montañosa en las dos últimas noches. Es por este motivo por lo que, según sospechan los investigadores, todo apunta a que la mujer pudo morir de frío, aunque esta posibilidad no se conocerá hasta que no se le practique la autopsia. Un familiar de la mujer declaró ayer que nadie se explica por qué la mujer decidió salir sola de casa cuando hacía tanto frío, e incluso había nevado, en Sant Llorenç. Los familiares creen que la mujer, pese a que conocía muy bien la zona, pudo desorientarse y no supo regresar. El cadáver tuvo que ser recogido del lugar por el helicóptero de la Guardia Civil.