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AGENCIAS-TARRAGONA
La autopsia de la doctora de Tarragona presuntamente asesinada por Fernando Adalid, su ex novio, revela que Gloria Sanz no tenía señales en las muñecas. De este modo, quedaría rebatida la hipótesis de que Adalid quisiera simular que Sanz se había suicidado. El abogado de Adalid, Joan Corominas, aseguró ayer que tampoco se le preguntó a su cliente sobre este extremo durante la declaración que realizó ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2.

El 18 de enero, antes de que la doctora fuera a trabajar, Adalid se presentó en la casa familiar, situada en el centro de Tarragona. Ambos discutieron durante unas horas. Adalid acabó golpeando a su ex novia por todo el cuerpo y la estranguló hasta causarle la muerte por asfixia. Poco después decidió deshacerse del cuerpo. Lo cargó en el maletero del coche, que estaba aparcado en el garaje de la casa, y lo trasladó hasta la zona boscosa de Vallirana, donde el pasado martes se encontró el cadáver. El taxista declaró ayer ante la juez, que ordenó su ingreso en prisión, que no quiso matar a su ex novia, pero señaló que «en un momento de obcecación y arrebato» la estranguló utilizando sólo una mano. El interrogatorio se prolongó durante más de cuatro hora. El detenido declaró que no golpeó a Glòria y que si el cuerpo presentaba algún golpe éste pudo producirse durante el traslado del cadáver.

El abogado defensor del taxista, Joan Corominas, explicó que su cliente «se siente arrepentido de lo que ha hecho y pide disculpas a la familia». El letrado aseguró que el presunto asesino ha negado que hubiera estado antes del crimen en el lugar donde escondió el cadáver.

La hermana de la doctora mostró su deseo de que Adalid «pague por todo lo que ha hecho» porque «él está vivo y mi hermana no» e insistió en su voluntad de que «pase el máximo de tiempo en prisión».