Edificio donde está ubicado el piso donde residía Ana Eva hasta su desaparición.

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PEP MATAS-JAVIER JIMÉNEZ
La «ofensiva policial» continúa para tratar de esclarecer la desaparición de Ana Eva. El pasado viernes expertos policiales del CNP, utilizando medios sofisticados, llevaron a cabo un nuevo registro en el piso donde residía la joven hasta el día de su desaparición. El resultado de esta gestión no ha trascendido, y de hecho es posible que no se conozca si hay resultados satisfactorios hasta que se efectúen los análisis en un laboratorio. Pero el dato viene a demostrar que la investigación ha tomado un giro radical y de que se están utilizando todos los medios humanos y técnicos posibles para tratar de aclarar el misterio. También, y dentro de la misma línea, se ha llevado a cabo otro minucioso registro en el turismo propiedad de la joven profesora, que dejó estacionado cerca de su casa la madrugada que regresó de una fiesta con unos amigos.

En lo que respecta a los trabajos para tratar de encontrar datos que incriminen a la persona, o personas, que pudieran estar implicadas en la desaparición, se está también trabajando en una dirección concreta que, cuando menos, ofrece iniciales garantías de que puede ser la línea correcta.

El problema, a nivel informativo, es que la autoridad judicial mantiene el secreto de sumario para no entorpecer las investigaciones y algunos de estos datos no es conveniente sacarlos a la luz pública. Lo que sí puede anunciarse es que durante los próximos días las gestiones continuarán y en una de ellas se requerirá la ayuda de Interpol. También en Palma se llevarán a cabo nuevas diligencias con la mira puesta en ir estrechando el cerco. Desde que se comenzó a trabajar en este caso se han ido recopilando indicios y se ha tomado declaración a numerosas personas, varias de ellas vecinas del edificio donde vivía Ana Eva, además de al hombre con el que mantuvo una relación durante seis meses.

De las primeras inspecciones oculares que los funcionarios policiales llevaron a cabo en la vivienda de Ana Eva se supo, entre otras cosas, que faltaba una lamparita de noche, una especie de edredón y una maleta de viaje de grandes dimensiones.