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Las pistas del aeropuerto palmesano de Son Sant Joan vivieron ayer tarde una jornada de nervios e inquietud por dos aterrizajes de emergencia que se realizaron con tres horas de diferencia y que, por fortuna, se saldaron sin heridos ni daños materiales.

La primera de las emergencias surgió minutos antes de las 16.00 horas, cuando un avión de la compañía Air Europa que había despegado de Barajas con destino a Roma detectó que le había reventado una de las ruedas. El piloto contactó con la torre de control del aeropuerto mallorquín y se dirigió hacia esas pistas. El plan de emergencia habitual en estos casos se puso en marcha sin demora y los bomberos y equipos sanitarios esperaron a que el aparato tomara tierra en la Isla. La maniobra, tras el susto, se llevó a cabo sin más problemas. A las siete de la tarde la alarma volvió a sonar, en esta ocasión porque un avión privado que se dirigía de Palma a Riad no podía plegar el tren de aterrizaje. Durante 45 minutos la nave sobrevoló la isla para quemar el combustible de los motores y las pistas volvieron a ser el escenario de un aterrizaje de emergencia, como ya había ocurrido tres horas antes. El avión, por fin, pudo posarse con pericia, sin que nadie resultara herido o contusionado.