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El objetivo del «asesino de la baraja» era demostrarse a sí mismo que matar era fácil. Al menos eso es lo que asegura Alfredo Galán, el ex militar de 26 años que confiesa ser el autor de los crímenes atribuidos al «asesino del naipe». De momento, se sigue investigando la veracidad de sus declaraciones.

Alfredo Galán Sotillo aseguraba en su confesión que pretendía demostrarse que matar es fácil. Esos fueron los únicos motivos que le llevaron a cometer seis asesinatos, cuya autoría ha reconocido sin retractarse en ningún momento. En algunos momentos de su declaración presumió de sus andanzas.

El ex cabo del Ejército, que estuvo de misiones en Bosnia sólo tenía un antecedente policial, por conducir bajo los efectos del alcohol, hasta que comenzó supuestamente a cometer sus crímenes después de haber comprado en Mostar el arma, una pistola Tokarev del calibre 7,62.