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La Sección Primera de la Audiencia de Palma ha confirmado en su integridad una sentencia dictada por el juzgado de lo Penal número 1 de Maó en la que condena a Bernardo Mir y Juan Mercadal a seis años de inhabilitación cada uno para el ejercicio del derecho de cazar, y a una multa de 3.600 y 900 euros, respectivamente, por un delito contra la fauna. Mir y Mercadal emplearon cebos envenenados en la caza de cuatro ejemplares de milanos, que aparecieron muertos en las fincas menorquinas San Bartolomé y Morella Vell tras ingerir un potente insecticida denominado Malation.

Los dos acusados habían recurrido la sentencia dictada por el juez de Maó al alegar «quebrantamiento de las normas y garantías procesales, error en la apreciación de la prueba y falta de motivación de la sentencia».

La Sala Primera de la Audiencia de Palma, sin embargo, rechaza todos y cada uno de los argumentos, recordando que tanto el Consell Insular de Menorca como el Ministerio Fiscal, al impugnar el recurso, afirman que no se ha producido el vicio de nulidad alegado por los acusados. La Fiscalía, asimismo, expuso la concurrencia de «suficientes indicios inculpatorios» de los acusados, relativos al móvil, colocación de los cebos, la cría de palomas y la ocupación del terreno utilizado.