TW
0

Fernando Moreno, de 13 años de edad, se encontraba el pasado día quince, a las nueve y media de la noche, en el parque de Son Pizá, en Palma. El menor estaba jugando junto a una farola y de repente se desprendió la tulipa, le impactó de lleno en la cabeza y después de fracturarse uno de los cristales le cortó cuatro tendones de la mano izquierda.

El menor fue atendido en el PAC y después fue trasladado por sus padres a Son Dureta donde quedó ingresado y al día siguiente fue sometido a una intervención quirúrgica. Tres días después abandonó el hospital con un vendaje en toda la mano y parte del brazo, y se le ha comunicado que el proceso de curación durará entre seis y siete semanas.

Sus padres han informado de los hechos por escrito al Ajuntament y solicitan una indemnización por los daños a su hijo. Pero aparte de las lesiones, que según todos los testigos pudieron ser mucho más graves si los cristales de la tulipa le llegan a provocar cortes en la cabeza, lo que se solicita por parte del vecindario es una «toma de conciencia» de algunas de las deficiencias que hay en el parque. Los padres de Fernando cuentan que al día siguiente del accidente unos obreros municipales retiraron otra farola, pero aseguran que hay otras que tienen el peligro latente de que se desprendan las tulipas. También, en la revista Sa Veu de Son Dameto, antes del accidente sufrido por Fernando, se publicó una carta de un grupo de madres en la que solicitan del Ajuntament una serie de mejoras en el parque de Son Pizá.