La pitón molurus de color amarillo mide 2'5 metros y fue recogida ayer por su dueño. Foto: G.PICÓ

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«La culpa es mía por dejar un pasador abierto, pero mi vecino reaccionó demasiado mal porque él sabía que yo tenía serpientes y que no había ningún peligro». La pitón molurus de 2'5 metros que la pasada semana se escapó de una vivienda de Palma y se coló en el piso de un vecino ya vuelve a estar «en casa». El propietario la recogió ayer por la mañana en Marineland después de recibir la pertinente autorización de la Policía Local de Palma.

Juan, el dueño de la pitón explicó que «la Policía Local me avisó hace unos días de que ya la podía ir a buscar, pero preferí informar al Seprona para que viniesen a mi casa y viesen que no hay nada extraño, tengo dos serpientes hembra con todos los papeles en regla y no hago cría, están en su terrario en perfectas condiciones y lo que pasó es que ese día me dejé un pasador abierto».

El vecino afectado reside en un décimo piso del edificio ubicado en el número 55 de la calle Arquitecto Bennàssar. Hace dos domingos se despertó a las siete de la mañana y se dirigió al baño para afeitarse. Entonces, encima del armario, vio la cabeza de una gran serpiente de color amarillo que le miraba fijamente. Acto seguido cogió un palo y un spray para matar escarabajos y la fue golpeando mientras la rociaba con el líquido.

La serpiente se refugió destrás del lavabo y el vecino llamó a la policía y a Marineland. Los agentes comprobaron la veracidad de la llamada y un biólogo se llevó el reptil a Marineland, donde ha estado estos últimos diez días. «Ha comido bien y parece que el spray no le ha dañado los ojos, pero está un poco nerviosa», explicó el biólogo. El propietario se desplazó ayer a Marineland para recoger la serpiente.