La barca puede alcanzar gran velocidad por los motores que lleva. Foto: C.VENY

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CATERINA VENY/J.F.M.
La Guardia Civil estaba buscando ayer en aguas de la zona de sa Ràpita un alijo de droga, que se supone que es hachís, que supuestamente fue arrojado desde una lancha de gran potencia, que fue encontrada ayer abandonada junto a las rocas. La lancha, de tipo zódiac, de unos diez metros de eslora, con el casco rígido, llevaba tres motores de gran potencia, con una capacidad para almacenar unos 1.500 litros de combustible. La embarcación, con este tipo de motor, puede alcanzar gran velocidad y es difícil que pueda ser alcanzada por algún barco de la Guardia Civil.

Precisamente por el tipo de lancha, y por el hecho de que apareciera abandonada en una zona rocosa y no se encontrara rastro alguno de su tripulación, motivó que de inmediato la Guardia Civil sospechara que se había utilizado para realizar un transporte de droga, y que lo más seguro es que la embarcación viniera de Marruecos. A partir de ahí todo son hipótesis, ya que no se encontró un sólo rastro de los tripulantes, ni tampoco de la droga. Los submarinistas de la Guardia Civil, con la colaboración aérea del helicóptero de la Benemérita, y de varias patrulleras inspeccionaron un extenso perímetro marítimo de la zona de sa Ràpita. Sin embargo, no se localizó ningún rastro de algún fardo de droga. Lo único que se sabe es que la zódiac llegó a sa Ràpita en la noche del sábado.

Los investigadores no descartan ninguna hipótesis. Una de ellas es que los navegantes pudieron tener sospechas de que alguien les estaba vigilando para detenerles cuando tomaran tierra, por lo que decidieron tirar la droga, arrojarse al agua y abandonar la lancha. Otra de las posibilidades que también se plantea es que el cargamento pudo ser descargado a tierra, pero que después los traficantes, por alguna circunstancia que se desconoce, se vieron obligados a abandonar esta embarcación. Lo cierto es que este tipo de lancha, sobre todo por los motores de gran potencia que utiliza, tiene un alto precio. La embarcación fue sacada del agua por la Guardia Civil y trasladada a tierra. Se realizó una inspección a bordo y tampoco se encontró ningún rastro de droga. Los investigadores buscaron huellas en la lancha para facilitar la localización de los tripulantes y conocer más detalles de este suceso.

Se da la circunstancia, si se confirma que se trata de una operación de narcotráfico, que es la primera vez en Mallorca que se utiliza una motora de gran potencia para transportar droga. Hasta la fecha todos los alijos de hachís se habían intervenido, sobre todo, en veleros o en barcos pesqueros.