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Una veintena de efectivos de la Guardia Civil, algunos de los cuales portaban el fusil reglamentario, se desplegó en la mañana de ayer en la carretera de Llucmajor, a la altura del cruce del polígono de Son Noguera, para realizar un control preventivo sobre vehículos sospechosos.

El operativo, que causó sorpresa e incluso alarma entre algunos conductores, duró varias horas y se interceptaron decenas de coches y furgonetas, de forma aleatoria. Sus ocupantes fueron identificados y uno de ellos fue arrestado por un delito de falsedad documental, según confirmaron en fuentes de la Comandancia de Palma. Los agentes, del cuartel de Llucmajor y del subsector de Tráfico, colocaron 'conos' en uno de los carriles, en dirección a Palma, por el que fueron seleccionando los coches inspeccionados. Las fuentes consultadas indicaron que este tipo de operativos son frecuentes, aunque en la mayoría de ocasiones se llevan a cabo de noche, en polígonos y carreteras principales.

La presencia de numerosos delincuentes del Este -sobre todo «butroneros»- que alquilan coches y circulan durante el día ha obligado a la Benemérita a modificar ligeramente sus planes. Asimismo, se consigue un 'efecto psicológico' sobre los ciudadanos: «En unos momentos tan difíciles por la psicosis de atentados es bueno que la gente sepa que estamos ahí y que hay una seguridad efectiva», indicó un mando consultado, que añadió que estos controles continuarán efectuándose en toda la isla «de día y de noche».