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Parece como el cuento de nunca acabar y, de momento, el asunto se encuentra en una fase en la que cinco de las seis menores rumanas, que la semana pasada fueron liberadas por la policía de dos redes que las prostituían, se encuentran en paradero desconocido. La historia se inicia a raiz de la información que se publicó la semana pasada en estas páginas, sobre la detención de once ciudadanos rumanos por parte de dos grupos del CNP: La UCRIF y Contra el Crimen Organizado. Los primeros detuvieron a siete rumanos que tenían a tres menores. Dos eran prostituídas en un local de la Platja de Palma y la tercera en un piso particular. El segundo grupo detuvo a otros cuatro rumanos, que tenían a tres menores que se prostituían en un local y una casa de citas de Palma. De las seis, una solicitó la protección policial y cinco quedaron ingresadas en un centro de acogida.

A los pocos días las cinco se escaparon. Tres de ellas acudieron al mismo local de la Platja de Palma donde habían estado 'trabajando', pero el propietario no las aceptó al reconocerlas y saber que son menores. Las dos restantes se encontraban la madrugada del martes en el local donde habían estado prostituyéndose, siendo localizadas por la policía. Las chicas fueron de nuevo ingresadas en el mismo centro de acogida. La noche del jueves las dos ya se habían vuelto a escapar y pretendían volver a 'trabajar' en el mismo local, lo que les fue impedido.

Paralelamente, los policías de la UCRIF y Contra el Crímen Organizado han continuado con sus investigaciones sobre el caso. De los siete rumanos que quedaron la semana pasada en libertad cuatro fueron localizados la madrugada del martes en el local donde llevaban a las menores para que se prostituyeran. En estos últimos días los policías de la UCRIF han citado en calidad de detenidos a cuatro personas, responsables o encargadas de un local y una casa de citas de Palma. Tras prestar declaración las cuatro han quedado en libertad con cargos y a disposición de lo que dictamine la autoridad judicial.