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Eran las cuatro menos algo de la tarde de ayer cuando vecinos de Son Ferriol se sorprendieron primero, y después se preocuparon.

Acababan de ver a un burro paseando solo por la vía pública, en la zona situada entre la carretera vieja de Sineu y el casco urbano de Son Ferriol. A esa hora se recibió la llamada de un vecino en el 061. Un motorista estuvo a punto de estrellarse con su vehículo al irrumpir el burro en el asfalto. Por fortuna no pasó nada y el conductor siguió su ruta con normalidad, después de haber superado el susto. Pero minutos después otro vecino llamó a la centralita del 092. El conductor de un turismo tuvo que frenar en seco, al encontrarse en mitad de la carretera al burro. En esta ocasión tampoco hubo lesiones ni daños, y el conductor continuó su ruta. De inmediato la Policía Local mandó a dos unidades a Son Ferriol, y se inició la búsqueda del burro.

Los agentes dieron una batida por la zona donde había sido visto el animal, y sobre las cuatro y media de la tarde lo localizaron. Estaba atado a un árbol, junto a una vivienda, impasible y como si la historia no fuera con él.

A partir de ahí se iniciaron una serie de gestiones, encaminadas a esclarecer la procedencia del animal. Poco después todo se aclaró.

El burro estaba en una finca, situada a unos 500 metros de donde fue localizado, en la carretera vieja de Sineu, y se había escapado. Un joven acudió en busca del animal, lo cogió de la correa y se encaminó a pie hacia la finca. Dos policías locales le siguieron con el vehículo oficial, escoltándoles para evitar cualquier incidencia.

Sobre las cinco de la tarde la «Operación Burro» se dio por finalizada con sonrisas, sustos, ningún herido y comentarios, muchos comentarios jocosos entre los vecinos de Son Ferriol.