La Policía Local se hizo cargo del informe sobre este nuevo accidente mortal de un motorista en Palma. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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Otra vez un joven. Otra vez en ciclomotor. Y otra vez con el casco mal sujeto. Un motorista de 18 años, Simón Moyá Amengual, falleció a primera hora de la tarde de ayer en Son Fuster tras perder el control y estrellarse contra un coche.

Quedó tendido sobre la calzada, perdiendo mucha sangre, y aparentemente muerto. El joven que conducía el turismo y su acompañante, que salieron ilesos, fueron los primeros en auxiliar al motorista. A continuación, otros vecinos y transeúntes corrieron hasta el número 23 de la calle Guadiana y quedaron muy impresionados con lo que vieron: la víctima no reaccionaba y cuando una ambulancia del 061 llegó sólo pudo certificar la muerte.

El accidente ocurrió minutos antes de las 13.00 horas, cuando la víctima circulaba por un tramo recto de la calle Guadiana, cerca del parque de Son Fuster. El ciclomotor Aprilia Sonic del joven palmesano, sin motivo aparente, se dirigió hacia un coche que circulaba en el otro sentido e impactó contra él en la parte trasera. Simón Moyá salió despedido y el casco «de hípica» que portaba no le pudo proteger porque voló. El muchacho se estrelló de cabeza contra el Ford Focus 9409-DKZ y sufrió una lesión craneal gravísima.

La Policía Local de Palma se hizo cargo de la investigación y tomó declaración al otro conductor implicado, que no pudo hacer nada por evitar la colisión. Los funcionarios realizaron un reportaje fotográfico y buscaron a testigos del accidente. Más del ochenta por ciento de los muertos de tráfico de este año en Palma son menores de 30 años que circulaban en moto o en ciclomotor. Esta circunstancia preocupa especialmente a los funcionarios del cuartel de San Fernando, que están llevando a cabo campañas para que los motoristas utilicen cascos integrales (y no los llamados «quita multas») y respeten las señales de circulación.

La víctima de la colisión de Son Fuster cumplía 19 años el mes que viene, en concreto el 14 de agosto. Las fuentes consultadas indicaron que ni la moto ni el coche implicados en el accidente circulaban a una velocidad muy elevada, por lo que de haber llevado un casco integral el muchacho posiblemente no habría sufrido lesiones tan severas.