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El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, admitió ayer durante la visita a la zona afectada que la situación es caótica en los estados del sur del país devastados por el huracán «Katrina», e instó a las autoridades locales y federales a contribuir a «limpiar este caos».

En Nueva Orleans, que cinco días después del paso del huracán sigue en su mayor parte bajo las aguas, la situación de caos y desastre se ha visto agravada por dos grandes incendios.

Las autoridades ya han confirmado al menos 228 muertos, pero se teme que sean muchos más y que la cifra aumente a medida que bajen las aguas en las zonas inundadas desde el pasado lunes y aparezcan más cadáveres. De hecho, el senador republicano por Luisiana, David Vitter, afirmó ayer que sólo en su estado podría haber más de 10.000 muertos.

Mientras tanto, los expertos calculan que las pérdidas económicas podrían situarse en torno a los 100.000 millones de dólares, y que podría tener unas consecuencias impredecibles para la economía mundial.

La ciudad se encuentra cubierta por una gran nube de humo debido a un incendio registrado en un depósito de productos químicos y otro fuego declarado en un edificio de varias plantas. Una potente explosión, seguida por estallidos menores, se registró poco antes del amanecer en el depósito de productos químicos.

Asimismo, otro gran incendio se desató en un edificio de varios pisos en el centro de la ciudad, y aun no se sabe el origen del fuego, aunque se cree que se debió a los numerosos escapes de gas registrados tras el paso del ciclón.

Estos incendios añaden más tensión a la ya complicada situación de devastación y caos de Nueva Orleans, donde todavía hay decenas de miles de personas desesperadas en medio de una enorme inundación, sin alimentos, agua potable ni asistencia médica. La violencia y los saqueos también dificultan la evacuación, complicada por la precariedad de medios existente en la zona de la catástrofe y la multitud de damnificados, que algunos cálculos sitúan entre 50.000 y 100.000 personas.

El director de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), Michael Brown, dijo ayer que el Pentágono ha enviado 14.000 soldados de la Guardia Nacional, procedentes de varios estados, al sur de Luisiana y Misisipi, las zonas más afectadas. En los próximos días, indicó Brown, habrá en el área unos 30.000 soldados de la Guardia Nacional.