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EFE-NUEVA ORLEANS
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense utiliza a la máxima capacidad las bombas para drenar Nueva Orleans, mientras empieza a llegar la ayuda a las áreas rurales del delta del Misisipi, 13 días después del huracán 'Katrina'.

Las aguas contaminadas con todo tipo de desecho urbano todavía cubren, hasta una altura de 1,5 metros, vastas áreas del este y el norte de la ciudad y están siendo devueltas lentamente al lago Pontchartrain.

Unidades militares y policiales seguirán la búsqueda metódica de supervivientes de la inundación que siguió a la ruptura de diques en varios puntos de Nueva Orleans. Unidades de la Guardia Nacional emplean camiones altos con los cuales recorren los barrios todavía anegados, pero no tienen autoridad legal para entrar a las viviendas en busca de supervivientes o de cadáveres. Los soldados y policías, que cubren sus rostros con máscaras para evitar el hedor del agua estancada, emplean altavoces con los cuales instan a la población a que salga de las viviendas. En sus recorridos por los canales en que se han convertido las calles, los soldados observan para encontrar indicios de supervivientes, como ropa lavada y colgada a secar, o la presencia de perros bien alimentados.

Ha disminuido sustancialmente el número de incidentes violentos, después de ocasiones en las que las fuerzas de seguridad fueron blanco de disparos, aparentemente de merodeadores.