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Una madre de 29 años de edad residente en la part forana de Mallorca fue juzgada ayer en Inca, acusada de morder hasta en 15 ocasiones a su hija de cinco meses. La madre, que según los informes psiquiátricos padece un leve retraso mental, cometió la agresión sobre su hija en junio del año 2004. Según declaró en fase de instrucción, la mujer se puso nerviosa al ver que la pequeña no dejaba de llorar, así que le pegó un primer mordisco. Como vio que así se callaba, decidió seguir mordiéndola por todo el cuerpo: piernas, brazos, cuello, pecho e incluso en la zona genital. Algunos minutos después, la madre explicó que se le pasó el ataque de nervios y que se dio cuenta de lo que había hecho, por lo que llamó a su marido por teléfono y acto seguido, según su propia declaración, se bebió «media botella de Tenn Bioalcohol».

El marido llevó a la pequeña hasta el hospital de Muro, donde se le efectuó una primera inspección. Durante la misma, la madre reconoció que era la autora de las agresiones y ambas fueron trasladadas al hospital de Manacor. La mujer quedó ingresada en el Àrea de Psiquiatría para someterse a observación. Por su parte, la pequeña estuvo un día ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos donde la atendieron de sus heridas, algunas de ellas profundas. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Pollença elaboró un informe fotográfico del caso y lo remitió posteriormente a Inca. Luego, el caso pasó al juzgado de lo penal número 2 de Palma.

La madre perdió la custodia de la pequeña, que pasó a manos del marido y de los abuelos de la pequeña. Desde entonces, a la madre no se le permite ver sola a la niña. Los psiquiatras, que examinaron a la madre y percibieron en ella un leve retraso mental, han asegurado no obstante que es capaz de distinguir el bien del mal.