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El objetivo de Rafael M.S. al forzar las puertas de cinco sucursales bancarias no era la caja fuerte de los mismos, sino las modestas huchas de lucha contra el cáncer que habitualmente se colocan en el interior de muchos edificios públicos y administrativos de Palma.

Este hombre, de 34 años y con algunos antecedentes penales, será juzgado en Palma el próximo mes acusado de robo con fuerza continuado, por el que el fiscal solicitará tres años de cárcel.

Todos los robos fueron cometidos entre el 25 y el 27 de enero de 2002, en céntricas sucursales bancarias de Palma.

En todos los casos, los robos tuvieron lugar por la tarde o por la noche, aprovechando que los bancos estaban cerrados, y se presume que algunos de los robos fueron cometidos en compañía de otra persona que no ha podido ser identificada.

En su primer robo, cometido en una sucursal de la calle Colón, el ladrón se apoderó de tres huchas cuyo contenido se ignora, aunque el ladrón provocó daños en las puertas valorados en más de 1.500 euros.

Dos días más tarde penetró en otra sucursal bancaria en la calle Jesús, llevándose otras dos huchas y provocando desperfectos valorados en 113 euros.