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JAUME AGUILÓ
Dos semanas después de que una perrita de dos años apareciese colgada en el centro canino que se está construyendo en es Pil·larí, las asociaciones de vecinos de la zona han querido demostrar su inocencia en el suceso, a la vez que denuncian la posible ilegalidad del establecimiento, que dirige Juan Gil. Por este motivo ayer se convocó una rueda de prensa en la que se pusieron sobre la mesa ciertos documentos que, según el miembro de la junta de vecinos del Camí de ses Barraques, Miquel Mut, demostrarían que Gil «engañó» a las autoridades legales para obtener la licencia con la cual construir el Centro Canino Internacional. Por otra parte, los vecinos expusieron que la prensa dio a entender en sus artículos que los responsables del asesinato del animal (al que hay que sumar un pequeño incendio y una ventana rota para acceder al interior) fueron ellos. «Nosotros no haríamos nunca una cosa así», explicó indignado el presidente de vecinos de s'Aranjassa, Eusebi Jaume.

Asimismo, los representantes de los habitantes de la zona mostraron su preocupación respecto de si se trató, en realidad, de un montaje por parte del centro para poner a la opinión pública en su contra y a favor del establecimiento, por su presunta ilegalidad.

Por su parte, Juan Gil explicó que desde que comenzó la construcción del local canino se han producido diversos incidentes de carácter agresivo como pintadas o el envenenamiento de dos perros. «Los vecinos son los que han promovido todo esto desde el principio y ahora se les ha ido de las manos», opinó Gil, que ahora asegura tener verdadero miedo.