Los gobiernos de España, México, Francia, Japón, EEUU, Taiwán,
Italia, Colombia, Alemania, Panamá y Venezuela, atendieron desde el
pasado jueves, las solicitudes de apoyo hechas por El Salvador y
Guatemala, para hacer frente al desastre. En Guatemala han perdido
la vida 146 personas y han resultado damnificadas por las lluvias
otras 38.000, de las cuales 24.260 están en 116 albergues, y 272
comunidades han sido afectadas.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres advirtió
de que el número de víctimas puede incrementarse en las próximas
horas, ya que los cuerpos de socorro, con el apoyo de miembros del
Ejército y vecinos, buscan a centenares de desaparecidos entre el
lodo y las rocas producto de decenas de derrumbes. En El Salvador,
según el Comité de Emergencia Nacional (COEN) las precipitaciones
han dejado desde el domingo pasado al menos 65 personas muertas.
Este país se ha visto doblemente afectado, ya que además de las
fuertes lluvias, el volcán de Santa Ana, ubicado a unos 50
kilómetros al oeste de la capital salvadoreña, empezó a arrojar
ceniza, gases y fragmentos de roca. Las estadísticas oficiales
indican que las personas evacuadas por ambos fenómenos naturales
ascienden a 54.308 personas, las cuales son atendidas en 398
albergues. En México, centenares de comunidades han quedado
aisladas por el desbordamiento de ríos. Pueblos enteros han quedado
aislados debido a que las fuertes precipitaciones han desbordado
decenas de ríos e inutilizado puentes y caminos, sobre todo en los
estados de Veracruz y Chiapas, donde han muerto 14 personas más
tres en Oaxaca, dos en Puebla y una en Guerrero (sur).
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