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La resolución total del crimen de Artà es inminente y podría quedar aclarado en los próximos días. La víctima, Pedro Bonnín Fuster, un cocinero de 54 años, apareció destrozado a golpes y cuchilladas en su caseta de campo frente al cementerio.

En los últimos días la Policía Judicial de la Guardia Civil ha multiplicado las gestiones y numerosos agentes han sido vistos por el pueblo, de paisano y realizando ímprobas gestiones. De todo este despliegue se han obtenido avances definitivos y ahora la resolución total del caso es cuestión sólo de tiempo. La víctima, que era homosexual, fue atacado por una o varias personas a las que conocía.

Le golpearon con furia en la cocina, e intentó defenderse de forma desesperada. Para darle muerte utilizaron hasta cinco armas distintas, algo no tan extraño teniendo en cuenta que en la vivienda, de minúsculas dimensiones, el matarife guardaba herramientas y cuchillos. Los agresores escaparon en un Ford Fiesta propiedad de Pedro, y que hasta la fecha no ha sido localizado.

Hace algunas semanas ya fue detenido como encubridor un joven del pueblo que conocía a la víctima, y luego quedó en libertad con cargos. Desde entonces la investigación ha avanzado mucho, casi hasta su tramo final.