La Guardia Civil de Pollença ha recibido una denuncia por la muerte
a tiros en la cabeza de por lo menos dos vacas, cuyos cadáveres han
sido localizados, y por el hallazgo de las vísceras de otra res,
además de la desaparición de sementales de ganado vacuno, dos
utreros, varios terneros jóvenes y varias hembras adultas. Los
cadáveres han sido hallados en la finca Mina Gran y los animales
pertenecían a los propietarios de la finca Mina Petit, que son
vecinas. Parece ser que la denuncia se ha presentado también en la
Conselleria de Sanitat.
El pasado día 20 el encargado de la finca a la que pertenecen
los animales encontró los cadáveres de dos terneras con disparos en
la cabeza. En la denuncia se hace constar que cinco días antes el
hombre se encontró a unos cazadores, los cuales le amenazaron con
matar a las vacas. En el escrito se añade que los cazadores estaban
en la finca Mina Gran y que han comprado Mina Petit. Las vacas
pertenecen a la última citada y en la denuncia se escribe que los
animales fueron o se trasladaron a la primera, donde los
mataron.
El denunciante cuenta que el pasado verano ya tuvo problemas de
las mismas características y se encontró ganado muerto a tiros. El
valor de los dos animales que han sido hallados muertos se cifra en
cerca de 1.300 euros. Parece ser que todo este asunto arranca de un
problema de competencias en ambas fincas. En su denuncia el hombre
añade que el mismo día que se encontró los cadáveres también habló
con uno de los propietarios de Mina Gran, el cual le dijo que «por
aquí no tienes que andar», contestándole el denunciante que acababa
de encontrar en su finca dos reses muertas. En Mina Petit tendría
que haber unos 40 toros, vacas y terneros, y estos últimos días
sólo se ha localizado a una veintena.
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