Ambos han sido entregados a la Guardia Civil de Artà, con las
primeras diligencias que se habían instruido.
Los hechos se iniciaron sobre las dos y media de la madrugada de
ayer, cuando un vecino de la calle Méndez Nuñez de Cala Ratjada
llamó a la central de la Policía Local de Capdepera. El hombre
informó que frente a su vivienda estaba ardiendo un contenedor. Una
patrulla se desplazó rápidamente al lugar. A su llegada, fueron
informados de que en las calles Isaac Peral y Almirante Cervera
había otros contenedores ardiendo, por lo que se reclamó la
presencia de los Bombers del CIM del parque de Artà.
A pesar de la rapidez en el desplazamiento, a su llegada los
bomberos ya no se pudo hacer prácticamente nada puesto que, al ser
de material de plástico, los contenedores se habían calcinado por
completo. En los momentos posteriores se fueron recibiendo otras
llamadas, y los policías locales dieron una batida por la zona. A
raíz de una de estas llamadas, otro vecino dijo que había visto a
dos jóvenes prendiendo fuego a un contenedor, dando unos datos para
sus identificaciones. Una media hora después de la primera llamada
los policías localizaron a los dos sospechosos. Uno de ellos tenía
en su poder un mechero, al que le había quedado pegado un trozo de
plástico de uno de los contenedores calcinados. Al otro joven se le
intervino una bolsa, en la que había llaveros de una marca
comercial, y parte de los mismos llaveros estaban en uno de los
contenedores calcinados. Los dos jóvenes fueron detenidos y
trasladados a las dependencias policiales. Posteriormente fueron
entregados a la Guardia Civil, que se hará cargo de su puesta a
disposición de la autoridad judicial.
Los incendios intencionados de los siete contenedores de basuras
se produjeron en las calles Méndez Nuñez, Almirante Cervera (2),
Isaac Peral (2), Hernán Cortés y Juan Sebastián Elcano. También se
provocó un incendio en un contenedor para la recogida de escombros
de obra, situado en la parte trasera del Hotel Tucán, en la calle
Ramón Franco.
En algunas de las calles afectadas por estos hechos vandálicos
había coches estacionados, pero por fortuna ningún vehículo se vio
afectado por las llamas. La Policía Local acordonó las calles hasta
que a media mañana de ayer la brigada municipal retiró los restos
de los contenedores.
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