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El regalo de Navidad de Margalida se adelantó a ayer. Esta vecina de Muro, de 73 años, sobrevivió a una potente deflagración de gas en su casa y sólo sufrió quemaduras leves en el cuero cabelludo y los brazos. Los daños materiales, en cambio, fueron considerables. La causa del accidente fue una fuga en la manguera de la bombona.

Su hija la auxilió y la trasladó hasta el Punto de Asistencia Continuada (PAC) de Muro, donde comenzaron a realizarle todo tipo de pruebas. Mientras tanto, a la vivienda de la calle sa Taulera acudieron dotaciones de los bomberos y de la Policía Local , que inspeccionaron los daños causados por la deflagración y examinaron la botella de butano. «Esta mujer ha salvado la vida porque estaba en el corral. Si la explosión llega a cogerla en una cocina cerrada las consecuencias habrían sido trágicas», informaron en fuentes municipales. De las indagaciones realizadas se desprende que la manguera de la bombona tenía un pequeña fisura y que el gas se fue colando sin que la septuagenaria se diera cuenta. El trabajo de los bomberos no consistió, esta vez, en sofocar las llamas, ya que tras la explosión no hubo llamas. Sólo onda expansiva y daños materiales.

La señora y dos de sus hijos residen en una casa de la calle sa Taulera número 13. Ayer por la mañana, aprovechando que lucía un sol espléndido, Margalida salió al corral a pelar patatas. Se sentó en una silla y comenzó la tarea. Junto a ella había una bombona de butano, conectada al termo. La manguera, al parecer, presentaba una pequeña fisura, algo que desconocía la dueña de la casa. De repente una violenta deflagración sacudió a la septuagenaria, que quedó conmocionada. En un segundo la onda reventó una lavadora, hizo saltar parte del techo y causó otros daños materiales. Margalida, en cuanto se recobró, comprendió lo que había pasado.