Aspecto que presentaba ayer una cabina telefónica de la barriada palmesana. Foto: JAVIER JIMÉNEZ

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Los 'grafiteros' han colocado a Son Xigala en su punto de mira. De un tiempo a esta parte las calles de esa barriada palmesana amanecen con pintadas de todos los colores, de todos los tamaños. En los últimos días, aprovechando las fiestas de diciembre, se han multiplicado los actos vandálicos, lo que ha provocado la indignación vecinal.

En Son Xigala hay dos parques para niños. El primero, y el más grande, está ubicado muy cerca de la urbanización de Arabela. El segundo está junto al límite con sa Vileta. Pues bien, este último -inaugurado recientemente- ofrece ahora un aspecto deplorable. Los vándalos se han cebado con los toboganes y los juegos infantiles. Han pintado dibujos, frases; han estampado firmas y no satisfechos con todo esto han atacado también escaleras, paredes y columnas. «Es una vergüenza que algo nuevo esté ya así, desde el ayuntamiento deberían tomar cartas en el asunto», apuntó una vecina que acude a diario al parque, con sus hijos. Muy cerca de allí, en la calle Sebel.lí, hace algunos meses que se está levantando una construcción.

Las vallas de protección han sido blanco de los 'grafiteros' y casi no queda ni un espacio sin ensuciar. «Los que hacen esto son chavales que vienen por aquí por las noches, con sus motos. Llevan sprays, pintan y luego se van», contó uno de los afectados, que en una ocasión llamó la atención a una pandilla sospechosa, con escasos resultados. En la calle Mussol, junto a Busqueret, se está acabando de construir un complejo de lujo y al lado de la entrada del aparcamiento se ha instalado una caseta, que también ha sido utilizada a modo de mural por los gamberros. Un dato significativo, que no ha pasado desapercibido para la policía, es que muchas de las firmas y trazos se repiten, lo que supondría que no son tantos los 'grafiteros' implicados en estos actos vandálicos.