El avestruz, que no es ninguno de los de la foto, atacó al hombre en Llucmajor.

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Antonio Puig Grimalt, conocido en Campos como 'Toni de Can Tòfol des Port', estaba de baja por enfermedad y tenía 64 años. Hace nueve semanas, según contó ayer un familiar, acudió a una finca de sa Païssa, en el límite con Llucmajor, acompañado de una prima.

En aquellos terrenos hay avestruces y el hombre se acercó confiado al animal. De repente, le lanzó una patada que impactó violentamente en el pecho de Antonio Puig, que cayó al suelo. Según parece, en la caída se lesionó la cabeza. En un principio el ataque no parecía muy grave.

Hospitalizado
El sexagenario se encontraba un tanto aturdido y fue examinado en el Hospital de Manacor. En aquella revisión no le detectaron lesiones severas, y de hecho recibió el alta médica ese mismo día. Antonio regresó a su casa de Campos y al día siguiente, por la tarde, sus amigos del bar Can Bernardí, en la ronda hacia Felanitx, se extrañaron de que no hubiera acudido a su cita diaria.

Era soltero y no tenía hijos. Vivía solo y su familia fue puesta al corriente de su extraña desaparición. Acudieron a su casa y lo encontraron inconsciente sobre la cama, en estado de coma profundo. Una ambulancia lo trasladó hasta Son Dureta, donde confirmaron el pronóstico de extrema gravedad. Desde entonces Antonio ha permanecido ingresado en el hospital y no ha despertado. En la noche del lunes al martes su estado se agravó dramáticamente y por la mañana falleció.

Hoy está previsto que se le practique la autopsia al cadáver de Antonio para determinar la causa exacta de su muerte, aunque la principal hipótesis es que la caída le produjo un derrame cerebral. Las fuentes judiciales consultadas ayer sostuvieron que el vecino de Campos había recibido un «picotazo» del avestruz en la cabeza. Sin embargo, su familia explicó que en realidad había sido una patada del animal, que lo lanzó al suelo y le ocasionó la lesión craneal. En cualquier caso, el examen forense aclarará lo ocurrido.