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La Audiencia Provincial acogió ayer la jornada final del juicio contra cinco presuntos miembros de un clan que introdujo seis kilos de cocaína desde Barcelona, en una vista que se inició el pasado 20 de diciembre. En su informe final, el fiscal aportó toda una serie de datos contra los cinco acusados, algunos de ellos bastante curiosos. Así, indicó que el llamado 'clan de los catalanes', sospechoso de introducir grandes cantidades de cocaína en Mallorca a lo largo de 2003 y 2004, utilizaba un lenguaje «de médicos» en sus conversaciones telefónicas. De este modo, y cuando presuntamente realizaban sus transacciones, evitaban quedar en evidencia ante la policía en caso de escuchas telefónicas. El fiscal explicó ayer que las cintas grabadas por el CNP contienen expresiones como «darse de alta» y «darse de baja». Asimismo, y como precaución extra, aseguró que uno de los principales acusados llegó a comprarse hasta cinco teléfonos móviles para burlar las escuchas telefónicas.

En su larga exposición, el representante del ministerio público explicó que los acusados llevaban un elevado tren de vida, compraban coches caros y habían fundado una empresa propia.

Los principales acusados son Rafael V.N., Antonia S.N. y Juan Antonio V.P., supuestos miembros de este clan procedente de El Prat de Llobregat, en Barcelona. También están imputadas María José U.M. y Jessica P.G., dos 'correos' que fueron detenidas en mayo de 2004 en el aeropuerto de Son Sant Joan con una mochila en la que había algo más de seis kilos de cocaína. En sus declaraciones, ambas reconocieron haber realizado dos viajes en abril con intención de «buscar trabajo» en la hostelería y entregar su «curriculum» a varias empresas de trabajo temporal.

En total, el fiscal pide 61 años para los cinco acusados y multas que superan los tres millones.