La vecina señala hacia dónde huyó el magrebí. Foto: JAVIER JIMÉNEZ

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El seguro de la pistola salvó ayer la vida a un policía nacional de Palma. Un argelino denunciado por maltratar a su novia le sorprendió en un piso de la calle Bonaire, le arrebató el arma y apretó el gatillo tres veces, sin conseguir disparar. Luego huyó armado y durante horas decenas de agentes 'peinaron' el centro de Palma, en su búsqueda.

«Gabi», un argelino de físico portentoso, mantenía una tormentosa relación con una joven argentina. Ambos residían en un cuarto piso alquilado del número 22 de la calle Bonaire, una travesía de Jaume III. Durante la madrugada de ayer montaron una pequeña fiesta en su casa, con una vecina. Pasada la una y media de la madrugada «Gabi» se enfureció con su pareja. Las discusiones y malos tratos eran habituales. El magrebí empezó a romper la documentación de la sudamericana «y luego le prendió fuego», según contó ayer a Ultima Hora la vecina que presenció toda la secuencia.

La víctima, temerosa, se las ingenió para salir ágilmente del piso y dejar encerrado en el interior a su compañero, que estaba fuera de sí. La amiga también consiguió salir. Mientras «Gabi» aullaba y pateaba con furia la puerta la argentina se dirigió corriendo a la Jefatura de Policía del Passeig Mallorca, ubicada a 200 metros. El argelino no pudo tirar la puerta y se descolgó arriesgando su vida hasta el tercer piso, y de ahí a la calle. Estaba como poseído y se encaramó a una terraza de un edificio próximo, oculto entre las sombras. Merodeó la finca del número 22 durante varias horas y a eso de las cinco de la mañana su novia regresó por fin, acompañada de un policía nacional llamado Sergio.

La pareja subió al cuarto piso y comenzaron a hablar con la vecina, que seguía despierta esperando a la amiga. La argentina fue al baño y en ese momento apareció en escena «Gabi». Retiró de su camino a la vecina y se abalanzó sobre el agente. Su intención, supuestamente, era llegar hasta su novia y el policía forcejeó duramente con él para proteger a la chica. Durante la refriega el magrebí consiguió arrebatarle el arma y para sorpresa del funcionario le apuntó y apretó el gatillo por tres veces. La pistola llevaba el seguro puesto y no pudo disparar. Aún así, el agresor tuvo tiempo para reaccionar y escapó felinamente del edificio, con el arma en su poder.

Durante tres horas, hasta las ocho de la mañana, policías de paisano y de uniforme tomaron la calle Bonaire y los alrededores, en busca del fugitivo. La Unidad Nocturna de la Policía Local se sumó al grandioso dispositivo de búsqueda, que finalizó cuando «Gabi» regresó a su casa. Los agentes estaban escondidos y se echaron sobre él sin darle tiempo a que pudiera sacar el arma, que llevaba oculta en la parte trasera de sus pantalones. Sobre el detenido, al que no se le conoce trabajo, pesaba una orden de captura e ingreso en prisión. Hoy por la mañana está previsto que sea puesto a disposición judicial acusado de un intento de homicidio, malos tratos y atentado a agentes de la autoridad.