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Dos hermanas que en la noche del miércoles regresaban a su casa, en s'Arenal de Llucmajor, fueron abordadas por un desconocido que golpeó a la menor, de 9 años, y trató de violar a la otra, de 20. La providencial intervención de un vecino, que oyó los gritos, evitó que consumara la agresión sexual.

A las ocho y cuarto de la noche las dos hermanas salieron del polideportivo de s'Arenal y se dirigieron a su casa, caminando. Enfilaron la calle Dragonera, como habían hecho tantas veces, y de repente un varón con coleta se cruzó en su camino. Sin darles tiempo a reaccionar agredió a la menor, que cayó al suelo, y rápidamente se lanzó sobre la mayor. La arrojó con furia al suelo, se colocó sobre ella y le bajó los pantalones. La hermana pequeña comenzó a gritar y se echó sobre el violador, para que dejara a la víctima.

El agresor la volvió a golpear y siguió intentando consumar la violación. La calle estaba oscura, pero a escasos metros había casas habitadas. Uno de los vecinos de un tercer piso escuchó gritos de auxilio y bajó a la calle. Allí se encontró con el pervertido, que al verse descubierto se incorporó y comenzó a huir. La Policía Local de Llucmajor fue alertada de lo que estaba ocurriendo y el conductor de una grúa municipal, que se encontraba en las proximidades de la calle Dragonera, se dirigió hasta aquella dirección.

Antes de llegar se cruzó con un hombre que corría, pero pensó que se trataba de un deportista que practicaba 'footing' y continuó con su trayecto. Las dos hermanas fueron atendidas de sus lesiones. Físicamente no presentaba heridas graves, pero el estado anímico de ambas era lamentable. De forma paralela la policía puso en marcha un gran operativo de búsqueda para localizar al sospechoso de la coleta, que finalmente consiguió huir. De las investigaciones realizadas se desprende que el individuo en cuestión es conocido en la zona, por lo que su detención podría ser cuestión de horas.