Una mujer, en representación de un grupo de padres y madres de
alumnos del colegio público Son Caliu, en Palmanova, denunció ayer
que las deficiencias del centro siguen sin arreglarse, con el
consiguiente peligro que conllevan para los alumnos. La mujer
recordó que el pasado 13 de diciembre un incendio en un contador de
obra del colegio obligó a evacuar a un centenar de niños.
A raíz de este hecho, varias madres denunciaron la situación
caótica del colegio. Indicaron que a pesar de que se había
inaugurado en octubre de 2005, el centro no contaba con la
finalización de obra pertinente ni portero automático para regular
la salida de los pequeños, no se podía utilizar la cocina y los
niños tenían que comer de catering, funcionaba con un contador de
obra y había zonas sin luz, entre otras carencias.
La madre que contactó ayer con este periódico indicó: «Cuando
pasó el incendio se dijo que a finales de enero se habría cambiado
el contador de obra por el que toca y se habrían arreglado las
deficiencias, pero no se ha hecho nada, no ha habido ninguna
respuesta de la Conselleria d'Educació ni del Ajuntament de
Calvià». «Todo está igual que a mediados de diciembre, nadie ha
hecho nada y empieza a haber indignación entre los padres y madres,
porque no estamos tranquilos si dejamos a nuestros hijos en una
escuela inacabada», señaló. Al respecto, la madre apuntó que «entre
los padres se ha hablado de realizar alguna sentada o protesta si
las cosas siguen igual».
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