La Navidad de 2005 siempre estará en el recuerdo de la familia
Illana Abdela por muchos motivos, pero de forma especial por los
momentos de angustia que vivió cuando el pequeño Bernat cayó a un
pozo de 15 metros de profundidad.
Los familiares se reunieron el domingo 25 de diciembre en una
planta baja de Son Ferriol para comer juntos.
Los niños jugaron al escondite y Bernat Illana Abdela, de ocho
años, se subió a unos tablones, sin saber que estaba sobre un pozo
antiguo, ya condenado. La madera cedió porque estaba podrida y
Bernat cayó hasta estrellarse contra el fondo, a 15 metros de
profundidad y con apenas un palmo de agua. La caída del chico no
fue libre, se fue golpeando contra las paredes y esta circunstancia
le salvó la vida.
Un familiar bajó con una cuerda y estuvo con él mientras
esperaban a los Bombers de Palma y una ambulancia.
Los Bombers llegaron al poco tiempo y el rescate se realizó con
rapidez. El niño fue asistido por el personal sanitario de una
ambulancia y trasladado a Son Dureta. El diagnóstico fue de
contusiones varias, hemorragia interna y un riñón afectado.
Bernat estuvo un día en la UCI y después quedó hospitalizado en
planta mientras se le realizaban una serie de pruebas. Una vez que
se recuperó fue dado de alta.
Ayer, sobre las nueve de la mañana, se personaron en el parque
central de los Bombers de Palma Bernat Illana, su hermano Alex y
unos amigos suyos -los hermanos David y Adrià Barquero-, todos
ellos acompañados de sus padres y abuelos.
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