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Un agente del Cuerpo Nacional de Policía reconoció ayer ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia haber sido el líder de una banda de atracadores que asaltó varios domicilios en s'Arenal, Bendinat y Palma. El acusado, que se enfrenta a 18 años de prisión por apropiación indebida, asociación ilícita y tres delitos de robo con fuerza en las cosas, mostró ayer su arrepentimiento y reconoció casi todos los hechos por los que se le acusaba. «Aún no sé por qué lo hice. Quizá fue por la medicación o el estrés». El acusado explicó que tenía «muy mala relación» con su jefe en la Comisaría, y que pidió la baja varios meses, en los que estuvo sometido a medicación. También dijo que no participó en los atracos por falta de dinero, puesto que tenía una nómina de 1.400 euros y una finca valorada en 420.000 euros.

Los robos tuvieron lugar entre agosto de 2002 y noviembre de 2004, cuando el agente fue detenido. Su papel principal en los atracos era el de proporcionar información privilegiada que obtenía en comisaría. Así, explicó a uno de sus compinches que un extranjero estaba ingresado en un hospital palmesano. El policía le indicó el número de habitación, de donde éste cogió la llave de su piso, que luego desvalijó.

El policía también está acusado de quedarse dos relojes de oro de un delincuente habitual, y de participar en un plan para robar las nóminas de una empresa en la que trabajaba su yerno. El fiscal pide para los otro miembros de la banda penas de prisión que suman 29 años de cárcel.