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AGENCIAS-MANILA
Los equipos de rescate continuaban ayer la búsqueda de las cerca de 1.500 personas, entre ellas 206 estudiantes y 40 profesores, sepultadas bajo las toneladas de barro en la aldea de San Bernardo, en la isla filipina de Leyte.

El desastre tuvo lugar cuando niños y madres celebraban el día de la mujer en la escuela. Las fuertes lluvias de las últimas dos semanas provocaron que una parte de la montaña Can-abag se desprendiera sobre San Bernardo, y con cada hora que pasa se debilita la esperanza de encontrar más supervivientes.

Las autoridades locales y el Consejo Coordinador de Desastres Naturales coinciden en el número aproximado de desaparecidos, 1.500, no así en el de fallecidos y supervivientes.

La gobernadora Lerias explicó que en las primeras 24 horas de la tragedia los equipos de rescate han tenido que excavar con las manos y en medio de lluvias intermitentes.

No obstante, la comunidad internacional y el propio gobierno filipino han acudido con prontitud al llamamiento de socorro en San Bernardo.