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Dos primos de nacionalidad marroquí fueron juzgados ayer en la Audiencia Provincial de Palma acusados de vender cocaína adulterada a dos consumidores, que estuvieron a punto de morir. Ambos están acusados también de robar 1.000 euros y varias joyas a una mujer que no les llegó a pagar la droga.

El hombre mantuvo siempre esta versión hasta ayer, cuando justo antes de retirarse preguntó al tribunal si podía retirar la denuncia por robo. «No, pero puede usted marcharse», le espetó el presidente del tribunal, Eduardo Calderón.

Una de las víctimas aseguró ayer que a finales de octubre del año pasado compró medio gramo de cocaína a Chakir L. en un bar de Inca. La mujer fue a su casa y se fumó la droga, aunque pronto empezó a sentirse indispuesta. Cuando su marido llegó a casa, la chica le pidió que fuera a ver al narcotraficante: «pregúntale qué me ha dado», le dijo. La mujer se puso a vomitar y apenas salió de casa se cayó al suelo. Varios vecinos se la llevaron al centro de salud de Inca y luego a Son Dureta, donde estuvo ingresada cinco días con un diagnóstico de alucinosis, del que tardó 25 días en reponerse totalmente.

Al cabo de tres días, Chakir y Farid El K. fueron a casa de la mujer con la intención de cobrar los 30 euros que costaba la dosis.

Ambos llamaron a la puerta y subieron a la casa, en la que se encontraba el marido y los dos hijos de la pareja, de cuatro y cinco años. Según declaró el inquilino, Chakir le amenazó «con llevarse la tele o cualquier cosa» para cobrar. En ese momento el hombre se fue a la cocina para buscar «algo con lo que defenderse de los intrusos», aunque cuando se encaró con ellos, asegura que ya habían cogido varias joyas y 1.000 euros en efectivo que tenía preparados para pagar el alquiler de la vivienda.

Otro de los testigos que compró droga a los acusados también asegura que la cocaína estaba adulterada. «Cuando estaba en su casa me invitó a un pico, entonces me inyecté dos dosis y enseguida empecé a encontrarme mal», indicó. A los pocos minutos llegó su mujer, que lo encontró medio desmayado. Según aseguraba esta testigo, Chakir decía que el hombre «se había emborrachado». La mujer se lo llevó escaleras abajo y el hombre tuvo que permanecer dos días ingresado en un hospital con un cuadro de alucinosis. «Estuve dos días sin reconocer a nadie», aseguraba ayer. La fiscal pide 10 años de cárcel para Chakir L. y cuatro para Farid El K.