La autopsia realizada a Alexander Brown, el escocés de 60 años que
fue hallado flotando en aguas del Port de Sóller el pasado domingo,
ha confirmado que su muerte se produjo por ahogamiento y que no
existe ningún síntoma de muerte violenta. El forense indica que el
fallecido tenía el corazó muy débil, y su esposa confirmó en su
declaración ante el juzgado que hace varios años sufrió un
infarto.
A pesar de estos detalles, la familia presentó una denuncia ante
el juzgado asegurando que el hombre podría haber sido asesinado, ya
que la misma noche de su muerte mantuvo una discusión con un grupo
de ingleses en el bar que regentaba junto a un socio.
Según ha investigado la Guardia Civil, el hombre cerró el bar
sobre las 01.30 horas del domingo. Después debía regresar a su casa
en Sóller. Su mujer, al ver que no llegaba, denunció su
desaparición esa misma noche. Al cabo de varias horas un joven
pescador halló el cuerpo junto a una zodiac, en un espigón del
Port.
A pesar de la denuncia presentada, el forense aseguró ayer al
juzgado de instrucción número 7 que no existe ninguna lesión ni
síntomas de que el hombre, muy corpulento, recibiera golpe
alguno.
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