«Cuando pasa algo llamamos a la policía y vienen enseguida, pero el daño ya está hecho y no vale la pena denunciar porque pierdes el tiempo y esta gente (los delincuentes) al día siguiente está en la calle, ha llegado un punto en que estamos indefensos», explicó una de las perjudicadas.
El responsable de un bar ubicado junto a la Plaça del Mercat afirmó: «Los carteristas están por aquí cada día, los clientes se sientan y dejan el bolso o sus cosas en la silla de al lado. Si no vas alerta cada día roban algo, tenemos que estar vigilando y avisando a los clientes de que vayan con cuidado».
«A algunos de los ladrones ya los conocemos, creemos que la mayoría son marroquíes, argelinos o rumanos, pero han venido nuevos desde que ha empezado el buen tiempo», matizó el dueño de una tienda ubicada en la cuesta del Teatre Principal. «Ayer mismo (el viernes) entraron dos chicas en la tienda y mientras una le abría la mochila a un cliente la otra intentaba llevarse dos camisetas». «Y así cada día, aquí, en la Plaça Major, Marquès del Palmer, Sant Miquel, por todo el casco histórico y no es normal», agregó.
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