Empleados de la funeraria evacuaron el cadáver del conductor de 64 años. El joven llegó al hospital en estado crítico. Foto: JOANA PÉREZ

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A las 14.50 horas, en un momento en el que el tráfico era escaso, el Peugeot 206 GTI de Miguel Àngel Vallespir y el Nissan Primera de Sebastián Salvá chocaron cuando ambos circulaban en sentido a Palma.

A consecuencia de la embestida lateral los dos turismos salieron despedidos por el arcén y al menos uno de ellos se estrelló contra un árbol. El centro de emergencias del 112 fue informado del accidente por otros conductores que se encontraron con el desastre y dos ambulancias UVI móvil acudieron hasta ese punto kilométrico, así como bomberos de los parques de la Platja de Palma y el central, y Guardia Civil. Los dos conductores, que llevaban puesto el cinturón de seguridad, habían quedado atrapados entre los hierros: Sebastián Salvá yacía muerto sobre el volante, mientras que Miguel Àngel Vallespir agonizaba, inconsciente, en el otro turismo.

Fuentes policiales informaron de que la primera víctima tenía su residencia en la calle Henri Dunant, en Son Oliva, y el joven en la calle Maria Antònia Salvà, en s'Arenal de Llucmajor. Los bomberos liberaron a los dos conductores y la empresa funeraria se hizo cargo de los restos mortales del sexagenario. El herido crítico fue trasladado rápidamente a Son Dureta, donde su estado continuó empeorando hasta que a las 19.00 horas se informó de su fallecimiento.

Los agentes del subsector de Tráfico realizaron una exhaustiva investigación en el tramo recto del accidente y reconstruyeron la secuencia. Según el primer informe, el conductor del Nissan se distrajo o se durmió al volante, se salió por el margen derecho y rebotó, volviendo de nuevo a la autopista. Allí se encontró con el Peugeot, que no pudo esquivarlo y ambos salieron despedidos contra el margen derecho, donde se estrellaron contra un pino.

El de ayer en la autopista de s'Arenal no fue el único siniestro grave. La noche anterior un motorista de 60 años fue hallado herido en la carretera entre Biniali y Binissalem, a un kilómetro del cementerio. Estaba en el suelo, aturdido y lesionado, y no se pudo aclarar si un vehículo lo había atropellado (y se había dado a la fuga) o si se golpeó fortuitamente contra una pared. Una ambulancia del 061 lo evacuó a Son Llàtzer. Por la mañana, a las siete, un marroqui bebido, que iba sin casco, se cayó de su ciclomotor en la carretera de Sineu a Ariany. Se destrozó la cara porque rozó contra el asfalto y cuando fue atendido por los sanitarios tenía a la vista el hueso del pómulo. Una ambulancia lo evacuó hasta el hospital de Manacor, donde fue intervenido del grave desgarro facial.