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«Resultado negativo por el momento». Esa fue quizá la frase más escuchada en el Club Nàutic de s'Arenal en el tercer día de búsqueda de Margalida Bestard, la mujer de 72 años que desapareció el miércoles cuando iba a cobrar el alquiler a sus inquilinos, en la calle Marineta.

A media mañana iban llegando al club los grupos de voluntarios, muchos de ellos con semblante cansado. En total, ayer participaron 64 personas entre las que figuraban las agrupaciones de Protección Civil de Felanitx, Artà, Sineu, Montuïri, Vilafranca, Inca, Marratxí y Llucmajor, así como multitud de vecinos y conocidos.

Los voluntarios rastrearon desde las 09.00 hasta las 19.00 horas siete zonas predefinidas en grupos de 4 ó 5 personas, realizando un total de 32 salidas, por las 28 del sábado y las 20 del viernes.

Sin embargo, y a pesar de este amplísimo despliegue, el resultado ha sido nulo.
Joan, un vecino de Margalida que se ha encargado personalmente de montar el dispositivo de búsqueda, iba recibiendo las malas noticias en una improvisada oficina montada en la entrada del club.

Pegado a dos ordenadores y a multitud de mapas pintados con rotuladores, Joan iba comentando con los voluntarios las zonas rastreadas. «Hay lugares que hemos recorrido hasta tres ó cuatro veces. El torrent dels Jueus, los caminos hacia Aquacity, algunos bosques, y nada de nada», comentaba.

El rastreo se ha extendido por una amplísima zona que va desde Las Maravillas hasta s'Estanyol, y que incluye además todos los caminos que salen de Llucmajor hacia el mar, así como la zona costera comprendida entre s'Arenal y es Cap Blanc.

Otro de los motivos que tampoco ayudan a aumentar las esperanzas es que la familia no ha recibido llamadas de particulares, a pesar de que hay una recompensa de 15.000 euros a quien ofrezca una pista sobre el paradero de Margalida.

Desde la Guardia Civil se comentaba ayer que por el momento no se descarta ninguna hipótesis sobre el paradero de la mujer.
La familia cree que Margalida fue atacada dentro del edificio de su propiedad en la calle Marineta, mientras estaba cobrando el alquiler puerta por puerta a sus inquilinos.

Sin embargo, por el momento sigue sin haber una sola pista sobre su paradero.