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EMILIO LÓPEZ VERDÚ
«Yo solamente le pedía que no me matara. Entonces le vi la cara y se marchó». Esta es parte de la declaración de una de las víctimas de la oleada de agresiones sexuales que se produjeron en Palma en julio de 2006.

Esta testigo, que desde entonces toma medicación para intentar superar el trauma, fue una de las siete víctimas que declararon ayer en la Audiencia Provincial. De todas ellas, cinco reconocieron plenamente al acusado como el hombre que las había agredido, mientras que las otras dos tuvieron dudas.

Entre los testimonios más estremecedores se encuentra el de una niña de 12 años que había sacado a pasear a su perra. «Oí cerrar a alguien la puerta de la finca. Subí las escaleras y cuando iba a entrar en casa me cogió del cuello y me apretó tanto que yo no podía gritar. El perro ladraba. El hombre me tocó por encima de la ropa y se fue corriendo», explicaba ayer la menor.

Otra de las mujeres agredidas relató los hechos con especial minuciosidad: «yo iba cargada con las bolsas de la compra y me metí en casa. Cuando iba a llamar al ascensor me lo encontré delante. Le pregunté dónde iba, y me contestó que visitaba a un amigo. Quise saber a quién pero no me respondió. Lo siguiente que recuerdo es que me cogió del cuello y que yo me caía al suelo, entre dormida y despierta. Al abrir los ojos vi que se iba corriendo. No recuerdo que me tocase, aunque yo tenía heridas en el cuello».

Una por una, las mujeres fueron explicando los ataques sufridos, que se desarrollaron de un modo muy parecido.
Así, en todos ellos las abordaba por la espalda y las agarraba fuertemente hasta debilitarlas tanto que caían al suelo.
En otra ocasión, el agresor agarró a una de las mujeres cuando llevaba un carrito con un niño pequeño. «El carrito quedó en la puerta del ascensor. Me tiró al suelo y puso las piernas encima de mí. Pero entonces reaccioné y le arañé en la cara, grité y se fue corriendo», afirmó.

Tras la declaración de las víctimas se esperaba la comparecencia de dos peritos forenses, aunque un problema técnico provocó la suspensión de la vista oral y su aplazamiento hasta el próximo miércoles a las 11.00 horas.