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JULIO BASTIDA-MICHELS La única Boya lenticular con sensores, denominada Sa Dragonera y que sirve para la medición del oleaje direccional de las aguas de Mallorca, está en tierra firme, y sin poder ser utilizada.

El pasado lunes por la noche, miembros de Salvamento Marítimo arrastraron el sofisticado sistema de medición hasta el Club Náutico de Andratx.
Ayer, el propio Instituto Nacional de Meteorología en su página web en el apartado de incidencias destacaba que la boya se encuentra a la deriva y en tierra, desde el 18 de febrero del 2008.

La Wavescan es una boya lenticular con un diámetro de 2'75 metros y unos 1'000 kg de peso. La misma consta de un sensor para la medida del oleaje y una estructura superior para soporte de sensores meteorológicos.

El sistema interno de la boya es muy sofisticado y moderno capaz de transmitir en tiempo real, cada hora y vía satélite. El coste de la misma es muy elevado, aunque fuentes consultadas no han precisado el importe.

La Red de aguas profundas del Estado español está formada por trece boyas Seawatch y tres Wavescan.
Los instrumentos están ubicados en puntos con profundidad entre 200 y 800 metros y miden parámetros oceanográficos y meteorológicos.
Según Agustí Jansà, director del Centre de Meteorologia de Balears, en declaraciones para Ultima Hora, manifestó que la propiedad de la boya corresponde a Puertos de España, pero que desde el centro meteorológico de las Islas es un sistema muy utilizado para la medición del oleaje y del estado de la mar en general. Preguntado sobre la importancia de la inactividad del mismo para las Islas, Jansà añadió que se trata de un instrumento importante, dado que es el único existente en Mallorca para tales mediciones.

En la actualidad, existen tres boyas en las Islas. Una en Maó, en la isla de Menorca, una enfrente de la costa de Capdepera, pero sin conexión vía satélite y de una categoría inferior, y una tercera que controla la isla de Mallorca ubicada en la zona de Andratx y denominada Sa Dragonera, que ha sido el dispositivo averiado.

Según las primeras hipótesis del accidente, parece ser que una barca de pesca especializada en la captura del pez espada con sus hilos enganchó al sofisticado instrumento de medición y la arrancó de su ubicación correcta.