Un jurado popular de Dublín condenó a cadena perpetua a Brian Kearney, acusado de asesinar a su esposa Siobhan en en el año 2006.
El veredicto condenatorio fue emitido por un jurado formado por ocho mujeres y cuatro hombres, y el resultado,después de deliberar cinco horas y media, fue de once contra uno.
El condenado por muerte con estrangulamiento se mostró muy frío al escuchar la decisión que le hará pasar el resto de su vida en prisión, sin embargo su hija, que había estado de parte de su padre durante todo el proceso, rompió a llorar.
Durante el proceso, el condenado se declaró inocente, e intentó camuflar la muerte de su esposa como un suicidio.
El caso, que ha sobrecogido a la población irlandesa durante meses, presenta una especial relación con nuestra Isla, pues el condenado, junto a la asesinada, eran propietarios del lujoso hotel Savia situado en Sóller.
La asesinada llegó con su marido a Mallorca hace varios años y ambos se enamoraron de la localidad de Sóller, donde decidieron abrir el selecto hotel. Siobhan se encargaba personalmente de la cocina, y tenía un estrecho contacto con la clientela.
De hecho, meses antes del asesinato, el matrimonio estaba en trámites de empadronar a uno de sus hijos, menor de edad, en el término municipal solleric.
El cuerpo de Siobhan fue hallado en su vivienda de Dublín el 1 de marzo de 2006. El cuerpo fue encontrado por un familiar en el dormitorio, que estaba cerrado.
En un principio se había detenido a otro hombre, aunque al final todas las pruebas apuntaban que el asesinato lo había cometido el marido.
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