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JULIO BASTIDA «Estamos cansados. No hay derecho que a menos de cinco metros de la puerta del colegio de la Soledad algunos se dediquen a 'trapichear' con drogas. Y lo peor de todo es que les da igual que los niños estén delante. Es una vergüenza», finaliza un vecino de la barriada de La Soledat que reside en las proximidades de la plaza Sant Francesc Xavier con calle Regal.

Desde hace algún tiempo, la Policía Local de Palma, a través de su grupo de elite en la vigilancia de pandillas, el GAP, mantiene un importante control y vigilancia en una de las principales plazas de aglomeración de jóvenes de La Soledat.

Los vecinos, reconocen que, «la policía hace su trabajo. Nosotros vemos que por las noches vienen y hacen controles y no tenemos nada malo que decir de ellos, pero les pedimos un esfuerzo mayor», concluye Juan Luís, un residente de la zona afectada.

Otra mujer, se aproxima hasta nuestra posición y afirma: «El problema de todo es que pegando a la pared del colegio hay un chiringuito que vende bebidas alcohólicas y la gentes consume alcohol de forma excesiva y después pasa lo que pasa. ¿Este es el futuro que queremos para nuestros hijos?», finaliza.

Por su parte Juan Montserrat, presidente de la AA.VV de La Soledat, afirma que: «Es cierto que los vecinos se quejan, sobretodo porque hay algunas pandillas que están hasta las dos o las tres de la madrugada haciendo ruido. El tema de las drogas, no quiero entrar porque es algo que pertenece exclusivamente a la policía. Otro punto importante es el chiringuito de la pista y la venta de alcohol, veremos que hará el Ajuntament, nosotros lo hemos expuesto en un par de ocasiones y esperamos la respuesta.