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«Me ponía una peluca y gafas en un gabinete de estética en El Arenal. Suplanté a tres propietarias de solares, y los notarios nunca me dijeron nada», declaró ayer ante la juez de Instrucción 11 la 'testaferro' belga A.D.G. , el fiscal anticorrupción Pedro Horrach y los abogados personados en el 'caso dobles ventas de Andratx'. Esta causa, investigada en principio por tres juzgados de Palma, fue el origen de la supuesta trama de blanqueo de dinero que dio origen a la denominada 'operación Relámpago', ahora competencia de Instrucción 7.

A.D.G., presa en la cárcel de Palma desde hace casi un año, quedó en libertad ayer tras su declaración voluntaria, en la que incriminó en la supuesta estafa millonaria múltiple de terrenos en Andratx al francés Patrick Duchemin, también en prisión, y a uno de sus ayudantes, de apellido Quesada.

En el transcurso de su declaración, la ciudana belga relató todos los pormenores de la estafa, y mencionó los nombres de otros 'testaferros', Daniel Perin (también en prisión) y Pierre Lamquet.

Afirmó que le entregaban documentación falsa y que ensayaba varias veces la firma que tenía que falsificar, incluso, en la misma notaría. Explicó que cuando le entregaba la documentación al notario con peluca y gafas éste «nunca» le decía nada.

Según la 'testaferro' belga, Duchemin le ha presionado en la cárcel para que «no diga nada», insistiéndole en que «no hay pruebas ni papeles».
Dijo, asimismo, que Duchemin, al que definió como «un hombre poderoso por el dinero que ha ganado», se había puesto en contacto con sus padres para «presionarla», y que supo todo esto porque coincidían en la enfermería de la cárcel.

A la pregunta de si tenía constancia de que Perin tuviera alguna relación con los abogados mallorquines bufete Feliu, respondió que lo ignoraba, y con respecto a si en alguna ocasión había alguna cantidad de dinero en algún despacho de notario tras firmar una compraventa, dijo que no. «Quesada me dio 1.500 euros por los poderes, y Perín otros 2.000 por la venta», afirmó. El 'caso dobles ventas» afectó a numerosos propietarios de parcelas en Andratx, que se encontraron con la sorpresa de que sus terrenos estaban doblemente escriturados a nombre de personas que no conocían. Numerosas denuncias pusieron en alerta a la policía, que todavía sigue los pasos de esa red criminal.