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En la mañana se ayer se incineraron en Son Reus los 3.175 kilos de hachís que fueron intervenidos en un catamarán en aguas de Balears, a finales del pasado mes de agosto. La operación fue realizada por la Guardia Civil y los agentes arrestaron a tres británicos, que ingresaron en la cárcel de Palma, e intervinieron numerosos efectos.

La droga fue embarcada en el norte de Àfrica y todo apunta a que su destino final era Europa. Según explicó el delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socías, quien estuvo presente en la quema de la droga, junto con la consellera insular de Medi Ambient, Catalina Julve, y el jefe de la Guardia Civil en las Islas, Basilio Sánchez Rufo, entre otros, los sospechosos probablemente tenían la intención de desembarcar la droga en Balears e introducirla después en la Península y en Europa, en el interior de camiones o contenedores.

El delegado del Gobierno en Balears destacó la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contra el narcotráfico en Balears.
En este sentido, Socías recordó que este año se han intervenido ya más de 20 toneladas de hachís en distintas operaciones, practicándose numerosas detenciones, y se han desmantelado dos importantes clanes de venta de droga en el poblado de Son Banya, entre otras actuaciones.