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JULIO BASTIDA Se llama Manuel Blanco, es el agente M-22 de la Unidad Motorizada Pesada de la Policía Local de Palma, y desde el pasado martes se ha convertido en el auténtico héroe de la calle Manacor.

La modestia y profesionalidad le impiden valorar la hazaña conseguida, pero de buen seguro que las personas a las que salvó la vida no opinarán lo mismo.

Los hechos se produjeron el pasado martes a las 16:15 horas, a la altura del número 11 de la calle Manacor. El agente circulaba con su motocicleta policial por la citada calle cuando de repente se percató de que un amplio grupo de transeúntes, entre ellos varios niños, pretendían cruzar al otro lado de la acera a través del paso de peatones.

El agente M-22, detuvo su motocicleta y dio paso a los peatones. Acto seguido, el amplio grupo de personas que se encontraban en el paso habilitado comenzaron a cruzar la calle. En ese momento el agente motorizado apreció por su retrovisor que se acercaba hacia su posición un vehículo a gran velocidad y sin intenciones de detenerse.

«En ese momento no tienes mucho tiempo para pensar. Yo tenía muy claro que a la velocidad que circulaba era imposible detener el vehículo sin causar un atropello múltiple. En ese momento decidí activar los sistemas luminosos y acústicos de emergencia y comenzar a gritar: 'quitaros del medio, correr, a un lado...' y con la moto conseguí apartar a los transeúntes del paso de peatones», concluye el agente.

La sorpresa fue mayúscula cuando, una vez todos puestos a salvo, peatones y policía apreciaron cómo el conductor del vehículo pasó por la zona central del paso de peatones, a gran velocidad y sin inmutarse de la situación que había protagonizado.

Una vez realizadas las comprobaciones de seguridad, el agente solicitó ayuda por la emisora y emprendió una persecución que culminó unos minutos más tarde.

El conductor, un varón de nacionalidad española que responde a la identidad de Manuel J.C., de 51 años de edad, fue sometido a la correspondiente prueba de alcoholemia dando una tasa de alcohol en sangre de 1'01, es decir, el triple de lo permitido.

Los agentes de la Policía Local procedieron a la detención del mismo y el arrestado fue conducido a dependencias municipales y puesto a disposición judicial.