Un indigente de 70 años de edad fue hallado muerto ayer por la mañana en su casa de Inca, sobre un gran charco de sangre. La Policía Judicial de la Guardia Civil, la juez de guardia y el forense inspeccionaron durante más de una hora el cadáver y la chabola donde residía, en busca de indicios sobre lo ocurrido. Hoy se conocerán los resultados de la autopsia.
La víctima, identificada como Pedro P.F., residía en una planta baja de la calle Joan Alcover, en la barriada de Crist Rei Nou, en Inca. A las diez de la mañana, aproximadamente, un vecino descubrió el cuerpo sin vida del indigente. Estaba boca abajo, muy cerca de la puerta de su casa, sobre un gran charco de sangre. En un principio se pensó que presentaba un golpe en la cabeza, pero después se descubrió que la sangre le brotaba de la boca. La Benemérita precintó la chabola y la Policía Judicial se hizo cargo de la investigación.
La juez de guardia, acompañada del forense y el secretario del juzgado de Inca, también se personaron en la calle Joan Alcover. La principal tarea consistía en averiguar si había indicios de muerte violenta, pero las fuentes consultadas indicaron que, en apariencia, el septuagenario no había recibido ningún golpe.
El origen de la hemorragia que sufrió será desvelado por la autopsia, que está previsto que se le practique hoy por la mañana.
Los investigadores realizaron gestiones por los alrededores de la chabola para averiguar si algún vecino había visto u oído algo sospechoso esa mañana. La comisión judicial también entró en la vivienda, de unos 40 metros cuadrados y donde se almacenaba una gran cantidad de basura y suciedad.
La víctima era una persona conocida en la barriada de Crist Rei, donde llevaba un tiempo residiendo. Los vecinos explicaron que la víctima «no se metía con nadie» y que no era una persona conflictiva.
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