El incendio en la calle Manacor obligó a desalojar a numerosos vecinos del edificio.

TW
0

A las ocho y media de la mañana de ayer, Adela y Pepa, dos hermanas que viven en un noveno piso del número 84 de la calle Manacor de Palma, dormían en sus respectivas habitaciones. Minutos después se despertaron «porque había una especie de neblina en la casa», según explicó Adela, y cuando se levantaron para ver lo que estaba pasando vieron que media casa estaba en llamas.

Acto seguido, Adela pidió ayuda por una ventana que da al patio de luces y, en poco tiempo, un gran número de policías y bomberos se personaron en el bloque de pisos, que se encuentra frente al Bingo Rosales. El edificio tiene once plantas y 42 pisos en total. Hay cuatro pisos por planta, excepto en el sobreático que hay sólo dos.

Los policías entraron en la finca y, puerta por puerta, pidieron a los vecinos que se encontraban en sus casas que bajasen a la calle, debido a la intensa humareda que provocó el incendio. También pidieron a los responsables de los negocios que hay en los bajos del edificio que cerrasen hasta que se solucionara el siniestro.

Una mujer y su hija que estaban el décimo piso tuvieron que ser evacuadas por la terraza, a través de la finca colindante. Ninguna de las dos resultó herida.

Varias ambulancias también acudieron hasta la calle Manacor al informarse de que había heridos. Finalmente se trasladó a Son Llàtzer a tres vecinas que inhalaron humo y a un hombre que sufrió quemaduras en un brazo. Desde los servicios sanitarios se indicó que ninguna de ellas se encontraba en estado grave. Los Bombers de Palma se encargaron de apagar el fuego. En apenas media hora se sofocaron las llamas, aunque las labores de extinción se alargaron hasta las 11.30 horas.

El fuego destruyó por completo la cocina, el salón y una sala de estar, donde se presume que se inició el fuego del noveno piso. Esta parte de la casa es la que da a la fachada de la calle Manacor.

El resto del piso, es decir, la parte que da al patio interior, se vio afectada por el humo y la temperatura. En esta parte de la casa se encuentran las dos habitaciones donde dormían las hermanas. Una resultó ilesa y la otra sufrió una crisis de ansiedad y resultó intoxicada leve por el humo.

Una vez extinguido el fuego se inspeccionó el edificio para ver si la estructura estaba afectada por el incendio. Tan solo se encontró que la tubería general de gas estaba en malas condiciones por lo que se avisó a Gesa para que procediera a la reparación.

Después, los vecinos pudieron regresar a sus domicilios. Durante el tiempo en que los bomberos y la policía estuvieron trabajando en el lugar se cortó un tramo de la calle Manacor.

En el transcurso de las operaciones de ayuda, un oficial de la Policía Local se sintió indispuesto. El policía fue trasladado a un hospital y quedó ingresado, ya que había sufrido un infarto. Desde la Policía Local se indicó ayer que el oficial quedó ingresado en observación y su estado de salud no corre peligro.