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JULIO BASTIDA Se llama José Luis Lumbreras, tiene 20 años de edad y, sin quererlo, en la mañana de ayer se convirtió en uno de los tantos héroes anónimos que aparecen cuando el terror del fuego hace acto de presencia.

A las 08:07 horas, agentes de la Policía Local de Palma y del Cuerpo Nacional de Policía se percataban de un incendio sito en el número 5 de la calle Tomás Forteza de Palma.

Rápidamente los agentes alertaban a los Bombers de Palma y procedían al desalojo de 15 personas y dos bebés, uno de 15 meses y otro de tan sólo 11 días). Todos ellos fueron trasladados con carácter de urgencia al hospital de Son Llàtzer.

En cuestión de minutos se personaban en el lugar del incendio varias dotaciones de bomberos y procedían al rescate de una mujer, un joven y un perro por la autoescalera. Una vez dominadas las llamas, se ventiló la escalera y la vivienda, confirmando que no quedaba nadie en su interior. Segundos más tarde, aparecía un segundo perro vivo en el balcón del patio, dando por finalizado el servicio a las 09:53 horas.

Durante la intervención participaron efectivos de los Bombers de Palma, Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía, Direcció General d'Emergències y 061.

José Luis Lumbreras recuerda, con algo de miedo en el cuerpo y voz temblorosa, lo sucedido: «Eran las ocho, más o menos, yo estaba durmiendo en mi habitación y me desperté por culpa de un fuerte olor a humo. Algo se estaba quemando. Con lo puesto me levanté rápidamente y abrí la puerta de la habitación. Todo estaba lleno de humo. Corrí a buscar a mi madre y la saqué del cuarto. En cuestión de segundos se llenó todo de humo. Nos refugiamos en una ventana que da a la calle y quité los cristales para que pudiéramos respirar. Esto nos salvó la vida», concluye el joven.