Los ladrones rompieron la puerta de entrada de la nave y destrozaron varias carrozas, paquetes de regalos y robaron varias consolas y videojuegos. Foto: GUILLEM MAS

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JULIO BASTIDA/G.M.

Algunos de los niños y niñas de sa Colònia de Sant Jordi, en Ses Salines, se quedaron en la jornada de ayer sin regalos de Reyes. El motivo; que sus Majestades sufrieron un expolio en sus dependencias reales.

Como cada año, la comisión de Reyes de sa Colònia, tenía todo el operativo de embalaje y almacenamiento de juguetes preparado con la finalidad de facilitar a Melchor, Gaspar y Baltasar su reparto durante la Cabalgata, que debía realizarse ayer a las 10:30 horas.

Los juguetes permanecían en una nave, cuya propiedad es municipal, junto al campo de fútbol.

La noche del lunes al martes, víspera de Reyes, los organizadores depositaron los juguetes en la nave, junto a las carrozas. Aproximadamente a la una de la madrugada abandonaron el local y cerraron la puerta.

A la mañana siguiente, (ayer para el lector), cuando se dirigieron a la nave para preparar la Cabalgata se percataron de que los vándalos habían entrado forzando la puerta. En su interior, el panorama era desolador. «Todo estaba roto. Abrieron los paquetes, rompieron los adornos y robaron multitud de consolas, videojuegos, etc...», relata Antonia Bauçà, una de las organizadoras.

Rápidamente se dio aviso a las autoridades y en cuestión de minutos todo el pueblo conocía la noticia.

La Cabalgata, que estaba previsto que comenzase a las 10:30 horas, se tuvo que retrasar hasta pasadas las 13 horas.

La Policía Judicial de la Guardia Civil se desplazó hasta las dependencias municipales con la finalidad de tomar huellas y abrir una exhaustiva investigación.

«El año pasado se quedó un hombre durmiendo en la nave toda la noche para vigilar que los vándalos no hicieran de las suyas. Este año no había nadie que se quedase por la noche y la Policía Local nos dijo que pasaría cada hora con la finalidad de proteger los regalos. Nos han comentado que ellos pasaron, pero que no vieron nada, ni la puerta forzada», añade Antonia.

Una vez realizada la primera valoración de los daños, la organización contempla que los ladrones, «entraron a la nave forzando la puerta principal. Los que lo hicieron sabían perfectamente adónde iban y además conocían el sitio. No quiero pensar ni por un momento que pueda ser gente del pueblo. Han hecho mucho daño. Sobre todo a la ilusión de los niños. Hemos ido a una casa y eran dos hermanos, uno de ellos se quedó sin regalo. Su cara era un poema», concluye una de las organizadoras.

Finalmente, con la ayuda de un amplio colectivo de padres, y la presencia de sus Majestades los Reyes de Oriente, la Cabalgata cumplió un año más con la cita indiscutible de los niños y niñas del pueblo. Eso sí, a los ladrones, los Reyes les han enviado una tonelada de carbón.