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Como un jarro de agua fría. Así ha caído la noticia de la imputación de cuatro compañeros en el caso de la mezquita de Pere Garau en el seno de la Policía Local de Palma.

El juez, tras atender la denuncia presentada por la acusación particular, ha decidido imputar a los cuatro agentes del GAP (Grupo de Atención Preventiva) de la Policía Local de Palma que el pasado mes de julio, en acto de servicio, entraron en el interior de la mezquita de la calle Juan Mestre persiguiendo a unos delincuentes y detuvieron a tres personas.

Según fuentes próximas al caso consultadas por Ultima Hora, el juez cita a los cuatro agentes en calidad de imputados y los acusa de un presunto delito de lesiones y deberán sentarse en el banquillo de los acusados.

Los hechos se remontan al pasado mes de julio de 2009. Sobre las 22.40 horas, varios agentes detectaron un ciclomotor, con indicios de haber sido robado, circulando dos jóvenes por la calle Lluís Martí. Tras darle el alto, los chavales huyeron y se inició una persecución. Los fugados llegaron a la calle Juan Mestre, se bajaron en marcha de la moto y se introdujeron en la mezquita. Los funcionarios se disponían también a entrar y fueron bloqueados por una multitud de fieles musulmanes. Juan Peralta, español convertido al Islam y llamado ahora Abdulá, les indicó a los agentes que no podían entrar.

Después les dijeron que si querían hacerlo era obligado dejar las armas y acceder descalzos. Acto seguido, según el informe policial, otro de los allí presentes agredió a un agente. Finalmente tres personas fueron detenidas. Sorprendentemente entraron al cuartel de Sant Ferrant a las 23.30 horas y antes de las dos de la madrugada fueron puestos en libertad debido a que una multitud de marroquís se habían congregado frente al cuartel.