La Policía Local de Palma y el Cuerpo Nacional de Policía tuvieron que activar un dispositivo de seguridad de más de 50 agentes. | Alejandro Sepúlveda

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23.30 horas de la noche del pasado jueves. La emisora de la policía comunica a todas sus patrullas el siguiente mensaje: «Atención, a todas las unidades disponibles. Acudan de urgencia a la barriada de Son Gotleu. Nos entran varias llamadas que alertan que se está produciendo una pelea multitudinaria, de unas 50 personas aproximadamente, entre negros y gitanos».
La multitudinaria pelea se produjo en las inmediaciones de la plaza Fra Joan Alçina, sita en el centro de la popular barriada de Son Gotleu de Palma.
Rápidamente acuden hasta el lugar de los hechos numerosas patrullas. La Unitat d'Intervenció Inmediata (UII), Unidad Nocturna y Grupo de Atención Preventiva (GAP) por parte de la Policía Local de Palma y una gran cantidad de efectivos del Cuerpo Nacional de Policía. El número de agentes desplazados hasta la barriada fue superior a los 50 policías.
Al parecer y, según información policial, los hechos se produjeron por un desencuentro motivado por la venta de un teléfono móvil entre dos individuos, lo cual derivó en una concentración masiva en el lugar de ciudadanos de ambas partes.
En cuestión de segundos se congregaron en la citada plaza más de un centenar de personas, todas ellas diferenciadas claramente en dos bandos; los de etnia gitana y personas de origen africano. Tras unos minutos de acaloradas discusiones, unas 50 personas llegaron a las manos y como consecuencia de la multitudinaria pelea se produjeron algunos heridos.
En un momento dado, un varón identificado como Juan G.M., de 28 años de edad irrumpió en el lugar armado con dos cuchillos, con la intención de agredir a un grupo de africanos, hecho que no se produjo gracias a la rápida intervención de la Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía. Acto seguido se procedió a la detención del español y se le imputa un presunto delito de amenazas.
Durante la noche se vivieron escenas de nerviosismo y tensión, hecho que dificultó el trabajo de los periodistas y fotógrafos.
En la tarde de ayer, el único detenido de la tumultuosa pelea, pasó a disposición judicial ante la multitudinaria presencia de amigos y familiares, todos ellos de etnia gitana que lo aclamaban a su entrada en el juzgado de guardia de Vía Alemania de Palma.
Los vecinos de la zona, una vez más, no cesaban en afirmar, «hemos estado dos meses tranquilos, pero todo ha sido una calma falsa y tensa. El día menos pensado matarán a alguien. El problema es el de siempre, muchos nigerianos sin papeles y mafias», concluyen.